La pimienta es una especia universal que se puede utilizar con casi todo; por ejemplo, con platos a base de carne, pescado y caza, con sopas, salsas y marinadas, con verduras y ensaladas, con quesos, guisos y rellenos de carne, así como para equilibrar el dulzor de algunos postres (fresas, helado, etc.). Junto a la sal, la pimienta es el condimento más clásico. La pimienta de colores también es adecuada para la decoración o para los molinos de pimienta.